El formulario web es una herramienta elegante de interactuación con los visitantes de nuestra web, bien sea para contactar, realizar medidos, registros, etc., pero desde el 25 de mayo de 2018, que entró en vigor de la nueva ley de protección de datos (RGPD), la inclusión de formularios web conlleva una serie de obligaciones legales añadidas que, en ocasiones, pueden llevar a considerar la utilización o no de estos formularios.

La nueva ley obliga a:

• Cumplir la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD)
• Incluir una casilla de tipo checkbox de aceptación explícita de la política de privacidad del sitio (no seleccionada por defecto)
• Enlace a la política de privacidad del sitio
• Texto informativo que detalle qué datos se almacenan, quien es el responsable del tratamiento de esos datos y su destino
• Un método para que usuario ejerza su derecho al olvido
• Asegurar que los datos viajen y se almacenen de manera encriptada (Certificado SSL)

La complejidad y sobrecoste que ocasiona cumplir con estas nuevas obligaciones ha llevado a muchos sitios web a descartar el uso de formularios web y utilizar métodos alternativos de contacto o a colocar los tradicionales enlaces a correo electrónico (mailto).