Mucha gente cree que todo lo que se publica en internet es de uso público, y por ello, cree que puede utilizarlo para sus propios fines sin importar los derechos de autor, pero esto no es así.

Hasta hace poco tiempo no ocurría nada si se utilizaba una fotografía sacada de la red, pero hoy en día existen muchos métodos de rastreo para saber quién está usando contenido con derechos de autor sin permiso, y los creadores de contenido cada vez son más agresivos a la hora de reivindicar sus derechos. —Antes se conformaban con notificar la infracción y exigir la retirada del contenido. Ahora, muchos, directamente demandan, ya que pueden acreditar el uso indebido y/o el perjuicio causado—.

Además, si su web es profesional, (web de empresa o PYME), el uso de imágenes extraídas de internet puede causar un deterioro de su imagen corporativa, ya que sus potenciales clientes pueden haber visto dichas imágenes en otras webs de la competencia, lo que puede generar desconfianza ante la seriedad de su negocio.

Siempre es preferible generar contenido propio en lugar de usar material ajeno. En primer lugar porque se evitan sustos y perjuicios económicos, y en segundo término porque se gana en posicionamiento ya que el contenido es original y no aparece en otras webs, algo que Google valora positivamente.